Periódicamente vemos en
televisión o leemos en los periódicos noticias acerca del Fondo Monetario Internacional (FMI), generalmente informes sobre la evolución, previsiones y
tendencias económicas de los principales países del mundo. Pero, ¿sabemos
realmente que es, que hace esta organización?
La idea de crear el Fondo
Monetario Internacional, se planteó en julio de 1944 en una conferencia de las
Naciones Unidas celebrada en Bretton Woods (Estados Unidos), cuando los
representantes de 44 países acordaron establecer ciertas reglas para el
funcionamiento de la economía internacional, con el fin de evitar una nueva
crisis como la ocurrida en el 29 y asegurar cierto crecimiento sostenido y
paridad entre las naciones. Estados Unidos, gran acreedor de la Segunda Guerra
Mundial, fue quien impulsó su creación.
Un año más tarde quedaba
constituido el FMI cuyos objetivos eran reducir la pobreza, fomentar el
comercio internacional y proveer de políticas de cambio sostenibles, mediante
una institución fuerte de carácter intergubernamental.
El propósito de su creación era
colaborar con los países ante posibles crisis monetarias, ayudándolos a tomar
medidas que favorezcan su recuperación. Del mismo modo, naciones en crisis
podrían solicitar préstamos a este organismo, comprometiéndose a su rápida
devolución para que de este modo esos mismos fondos puedan volver a ser
destinados en caso de necesidad.
Asimismo se creó el Banco Mundial
(Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento) como organización paralela al
FMI. El objetivo que se persiguió es el de ayudar a reconstruir y fomentar a
los países miembros, mediante la inversión de capital. Paulatinamente se fueron
creando más instituciones financieras.
En este periodo El Banco Mundial
no financio la reconstrucción de países mermados a causa del conflicto bélico,
sino que EE.UU. asumió dicha reconstrucción con el Plan Marshall en Europa y en
Japón con el Plan MacArthur.
En definitiva, se puede decir que
el sistema monetario internacional organizado en Bretton Woods fue en base al
poder económico, financiero y político de EE.UU. y se materializo legítimamente
en instituciones y mecanismos multilaterales.
Aunque la fundación de este
organismo estaba rodeada de grandes dosis de solidaridad y cooperación, lo
cierto es que la alta politización e intereses de algunos de sus miembros más
notables -y de sus economías- (EE.UU. con un 31% de cuota inicial, hoy 17,5%,
tiene derecho a veto de las decisiones más relevantes), han hecho que “El
Fondo” haya tenido que enfrentarse a graves dificultades de funcionamiento en
sus 72 años de existencia:
·
Crisis del 71: Suspensión de la convertibilidad
entre el oro y el dólar.
·
Década de los 80 Crisis de endeudamiento de
América Latina.
·
Recesión bancaria en occidente.
·
Crisis Asiática (Tailandia, Indonesia y Corea
del Sur).
·
Crisis Rusa.
Para concluir se debe decir que
los proyectos emprendidos por el FMI han tenido aspectos positivos, porque han
buscado la colaboración internacional para combatir los desequilibrios. No
obstante, en muchas ocasiones las políticas auspiciadas por el Fondo no han
favorecido el crecimiento, y cuando lo han hecho ha sido con falta de equidad.
Con miras a un futuro prometedor
se necesitan realizar políticas para que contemplen un desarrollo sostenible,
equilibrado y democrático. Esta es la razón del desarrollo. No consiste en
ayudar a unos pocos individuos a enriquecerse, sino que se tiene que trabajar
en mejorar las vidas de los más desfavorecidos, permitiendo así que todos
tengamos las mismas oportunidades para salir adelante y teniendo acceso a la
educación y la salud.
Fátima Aguirre
Fátima Aguirre